Togo
La tercera etapa africana de
El seis de Agosto tenemos el vuelo a Lomé vía Casablanca y la primera sorpresa nos la encontramos en el aeropuerto Mohamed V, en un año han construido una nueva terminal internacional con mejores servicios que la anterior. A las tres de la mañana aterrizamos en el aeropuerto internacional Gnassingbe Eyadema de Lomé donde tramitamos el visado en diez minutos y diez mil cfas.
Al día siguiente toca ir al consulado de Benin (2 wp) para tramitar el visado de entrada, nos lo entregarán un día más tarde previa entrevista con el cónsul, dos fotos y quince mil cfas. Otro papeleo que debemos solucionar es el Laissez-Passer de la furgoneta que teníamos caducado desde hacía ya un año. Jean Jacques, el dueño del Galion se ofrece a ayudarnos, el tiene un contacto en la aduana, y nos apañará una entrada a Togo por la frontera de Ghana. Lomé es una de las pocas capitales del mundo que es frontera con el país vecino. Con una llamada telefónica queda solucionado y al día siguiente se presenta un aduanero con un Laissez-Passer nuevo, nos cuesta cinco mil cucas, más un pequeño regalito para el aduanero, otras veinte mil.
La noche en Lomé no tiene desperdicio, en el Boulevard 13 Janvier delante de
El primer viaje de
El sábado nueve, después de no ponernos de acuerdo con un mecánico libanés decidimos llamar a otro, este ghanés y dispuesto a trabajar esa misma tarde y el domingo si hiciera falta. Los mecánicos de la África subsahariana no tienen horarios, cuando consiguen un trabajo se ponen manos a la obra hasta acabarlo, el libanés, sin embargo, el sábado por la tarde no trabaja y el domingo ni hablemos.
El mecánico ghanés, Kakanou Kofi (telf 0242253005) nos repara el sistema de frenos (pastillas nuevas, pinzas y latiguillos), cambio de aceite y recarga de batería, todo por cien mil cucas. El lunes por la mañana
Esta mañana, delante del Galion han pillado a un voiler, lo han calentado de tal manera que creo que se le han acabado las ganas de volver por aquí.
Philipinne, Agba y Renne son las tres personas que quiero saludar y saber de sus vidas una vez en Lomé. Agba es artesano, rasta y como no, amante del reggae. El año pasado le encargué unas sandalias hechas por el y este verano ya me las tenía preparadas. Philipinne y sus dos hijos apenas tienen para comer, el año pasado montaba una pequeña mesa delante de Galion, donde vendía lo que podía, tabaco, pilas, azúcar, pastillas de caldo…pero este año ha tenido un mal entendido con el dueño del hotel y la policía le requisó la mesa y lo poco que podía vender. Estoy contento, el último día antes de irnos de Lomé, Philipinne ha montado de nuevo su mesa, con sus cuatro artículos, una esquina más allá del Galion. El teléfono que le he regalado lo ha vendido por veinte mil cucas en la frontera de Ghana y con el dinero ha podido empezar de nuevo, la primera compra se la hacemos nosotros, un cartón de tabaco.
Cerca del Galion tenemos una agencia de AGF donde tramitamos el seguro de
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada