Transáfrica 2008 Camerun

Camerún

Dionisios, el segundo de a bordo, es griego como el capitán. Lleva años surcando los mares de todo el mundo, a final de mes, cuando acabe su contrato en el Thanasis, se comprará un pequeño barco y se irá a buscar diamantes a las costas de Sierra Leone. La travesía entre Calabar y Douala dura unas quince horas. El billete cuesta cinco mil nairas por pasajero sin derecho a butaca, nos tocará pasar la noche y todo el día de mañana en cubierta. Antes de amanecer, a lo lejos, en el horizonte se ve una gran luz, no consigo imaginarme que puede ser. Decenas de plataformas petrolíferas flanquean la costa nigeriana y sus quemadores iluminan la noche más oscura. El Thanasis tiene que ir rectificando el rumbo para sortearlas. La ruta de este barco es realmente espectacular, con rumbo a Douala pasa entre el continente y la isla de Fernando Poo, hoy Guinea Ecuatorial, dejando los cuatro mil cien metros del monte Camerún a la izquierda y los más de tres mil del pico Malabo a la derecha. A medio día un grupo de ballenas nos deleitan con sus saltos a pocos metros del buque. A las cinco de la tarde el Thanasis entra en el muelle Youpwe del puerto de Douala (12 wp). Antes de bajar del barco el capitán se compromete a traernos la Xurreria el próximo sábado, no me creo nada.

Salir del puerto de Douala con el visado ya estampado en el pasaporte es relativamente fácil y en diez minutos ya estamos montados en un taxi en busca de hotel, esta noche dormiremos en el Hotel Mata Palace por diez mil francos(13) la habitación.

Nos quedan seis días antes de coger el vuelo que nos llevará de vuelta a Barcelona, hemos consumido la mitad de las vacaciones en Nigeria y ahora estamos ya en Camerún sin Xurreria y sin dinero. Hemos de relajarnos un poco y decidimos irnos a Limbe para pasar unos días en la playa. En la gare de autobuses cogemos un minibús que nos llevará hasta Limbe, allí nos alojamos en el Hotel Atlantic Beach (14 wp) una vieja mansión colonial transformada en su día en hotel de lujo, hoy un poco decrépito. El hotel está situado justo delante del mar y con unas preciosas vistas de la Bahía de Limbe, Guinea Ecuatorial y el Monte Camerún.

El sábado treinta debemos volver al puerto de Douala, a las cinco de la tarde llega el barco de Calabar y con un poco de suerte igual llega la Xurreria, si no llega hoy se acabó el periplo africano, el lunes tenemos el vuelo de regreso. Llevamos dos horas esperando cuando el barco aparece por la bocana del puerto. A medida que se va acercando observamos dos tipos “oño cha” ( hombre blanco en Ibo) que nos saludan con mucho fervor. Quienes son estos tipos? El ferry tiene dificultades para amarrar en el muelle, este esta lleno de barcos hundidos y no puede acercarse, una vez bajada la plataforma de popa le queda un metro y medio para tocar el muelle, la descarga la salvan con una vieja plataforma de madera. Una vez puesta la pasarela para el pasaje el primero que sale es Daniel, el de los saludos. Se dirige directamente hacia nosotros y lo primero que nos dice es que la Xurreria está cargada en el barco. Sin duda Daniel y David estaban al día de todo lo ocurrido en el puerto de Calabar y sabían que la noticia sería de nuestro agrado.

Daniel y David, inglés y nuevazelandés llevan tres meses en bicicleta por el África, desde Marruecos hasta Douala con la intención de llegar hasta Cape Town, nos comentan que antes han estado con las bicis por Iran, Irak y Afganistán, pero que nunca lo han pasado tan mal como en Nigeria, no me extraña.

Daniel Martin (wwwkoreatocapetown.co.uk)

David Barnaby (google: west coast África cycling)

Douala es la ciudad más grande y poblada del Camerún, es la capital económica gracias a su puerto que da salida a la mayoría de la producción agroalimentaria, principal fuente de ingresos del país. En Douala intentamos dormir en Auberge Foyer du Marin (15 wp) pero esta lleno. Una de las opciones más económicas será la Procure Générale des Missions Catholiques (16 wp) muy céntrico y donde podremos dormir por siete mil cucas por persona, en la misión se puede desayunar, comer y darse un baño en la piscina. Se puede comer buena carne y pescado en el Saga África en la Avd. de la Liberté (telf 96238193).

Último día del mes de Agosto, hoy la Xurreria tocará suelo camerunés, bueno eso creíamos a las siete de la mañana, hora que estábamos citados en el puerto para la operación de descarga. La descarga será difícil, a parte de la plataforma deberemos sincronizarnos con la marea que sube y baja cada seis horas, esperaremos la mejor media hora para realizar la descarga. Volver a las cinco, pero tampoco hay suerte. Próxima cita mañana lunes a las seis de la mañana. Las seis, las siete, las ocho y a las nueve llega el capitán. Hemos perdido la última oportunidad que nos da la marea para descargar la Xurre, la próxima será a las cinco pero ya será demasiado tarde, a media noche tenemos el vuelo de regreso. Nunca hemos dicho que tenemos este vuelo para no dar a nadie la ventaja del tiempo. Aún no se porque motivo y cuando la marea está más baja el capitán manda a medio puerto empezar la maniobra de descarga. A esta hora el ferry está un metro y medio por debajo de la horizontal del muelle y no creo que la xurre pueda superar la rampa y la plataforma. La xurre no, pero los veinte tios que estan allí si, a peso sacan la furgo de esta maldito barco y a las once de la mañana toca suelo camerunés. Nos quedan poco más de doce horas para sacarla del puerto y llevarla a algún sitio donde pueda descansar hasta el próximo año.

Por la aduana del puerto de Douala casi no hay tránsito de vehículos extrangeros y conseguir un pasavant para la xurre no será tarea fácil. Después de intentarlo con varios funcionarios solo me queda visitar al inspector principal de aduanas, vamos el jefe. Si algo he aprendido de Ubong, nuestro coyote en Calabar, es como tratar y dirigirse a los mandos policiales. La primera hora con Msr Negou (telf.99973795) la he dedicado a explicarle todas las aventuras vividas con la xurre por el África, lo mal que lo hemos pasado en Nigeria y nuestra intención de visitar Camerún para seguir por Gabón hasta que lleguemos a South Africa. Pero lo mejor es cuando veo encima de su mesa una tarjeta de Panalpina (una de las transitarias más grandes del mundo). Tengo que aprovechar esta oportunidad, mi hermano tiene un alto cargo en Panalpina España y le digo al jefe de aduanas que hemos tenido mucha suerte en conocernos, si algun día tiene cualquier problema siempre podrá llamar a mi hermano. La jugada ha salido perfecta, ya era hora, media hora después su secretaria me entrega un documento que nos permite circular durante un mes por Camerún y sin aflojar un duro. A las dos del mediodía salimos del puerto, con pasavant y seguro.

Pasamos por la Misión católica a recoger las mochilas y preguntar si podemos aparcar la furgo allí durante un año, a dos mil cfas al día no hay problema, demasiado caro. Solo nos queda volver a pasar por Limbe y hablar con Etonde, el manager del Atlantic Beach, a el ya le habíamos comentado algo de la furgo, de nuestro viaje y de la posibilidad de dejarla en hotel. A las ocho de la tarde y después de la enésima caravana y ochenta kilómetros llegamos a Limbe. Nos quedan cuatro horas para darnos una ducha y coger un taxi que nos lleve directamente al aeropuerto de Douala.

Misión cumplida, la Xurreria descansará un año en el Hotel Atlantic Beach (14 info) de Limbe a un euro al día sin desayuno. El año que viene nos queda todo Camerún por recorrer y continuar rumbo sur para conocer nuevos países y otras gentes.

Gracias al buen temperamento y sus experiencias vividas con anterioridad, Lico y Pere han sido fundamentales para conseguir cruzar y salir de un país, como mínimo complicado, sin ellos y su buen hacer más de uno hubiera abandonado a la primera de cambio.

Gràcies a tots dos per haver fet més fácil aquesta travessa que es preveia complicada i amb vosaltres ha estat una autèntica aventura que mai oblidaré.